Si bien algunos efectos magnéticos han sido conocidos desde la
antigüedad, como por ejemplo el poder de atracción que sobre el hierro ejerce
la magnetita, no fue sino hasta el siglo XIX cuando la relación entre la
electricidad y el magnetismo quedó patente, pasando ambos campos de ser
diferenciados a formar el cuerpo de lo que se conoce como electromagnetismo.
Antes de 1820, el único magnetismo conocido era el del hierro. Esto
cambió con un profesor de ciencias poco conocido de la Universidad de
Copenhague, Dinamarca, Hans Christian Oersted.
En 1820 Oersted preparó en su casa
una demostración científica a sus amigos y estudiantes. Planeó demostrar el
calentamiento de un hilo por un corriente eléctrica y también llevar a cabo
demostraciones sobre el magnetismo, para lo cual dispuso de una aguja de compás
montada sobre una peana de madera.
Mientras llevaba a cabo su
demostración eléctrica, Oersted notó para su sorpresa que cada vez que se
conectaba la corriente eléctrica, se movía la aguja del compás. Se calló y
finalizó las demostraciones, pero en los meses siguientes trabajó duro
intentando explicarse el nuevo fenómeno.¡Pero no pudo! La aguja no era ni
atraída ni repelida por ella. En vez de eso tendía a quedarse en ángulo recto.
Hoy sabemos que esto es una prueba fehaciente de la relación intrínseca entre
el campo magnético y el campo eléctrico plasmadas en la ecuaciones de Maxwell.
Como ejemplo para ver la naturaleza un poco distinta del campo magnético basta considerar el intento de separar el polo de un imán. Aunque rompamos un imán por la mitad este ``reproduce'' sus dos polos. Si ahora partimos estos cachos otra vez en dos, nuevamente tendremos cada cachito con dos polos norte y sur diferenciados. En magnetismo no existen los ``monopolos''
El campo magnético de un imán puede investigarse con una aguja imanada. Verás que los polos magnéticos del imán con forma de barra y de la aguja imanada se simbolizan con los siguientes colores:
Como ejemplo para ver la naturaleza un poco distinta del campo magnético basta considerar el intento de separar el polo de un imán. Aunque rompamos un imán por la mitad este ``reproduce'' sus dos polos. Si ahora partimos estos cachos otra vez en dos, nuevamente tendremos cada cachito con dos polos norte y sur diferenciados. En magnetismo no existen los ``monopolos''
El campo magnético de un imán puede investigarse con una aguja imanada. Verás que los polos magnéticos del imán con forma de barra y de la aguja imanada se simbolizan con los siguientes colores:
Si bien en este proyecto se va a hablar de las características del
electromagnetismo en su primera parte y de como se podría lograr relacionar con
los medios de trasporte y sus beneficios y sus desventajas.